Lejos estuvo el equipo de Meloni, de ser el mejor Boca. Muy lejos estuvo de demostrar que quiere ser el equipo en arrebatarle el monopolio a Pinocho, pero una frase vieja explica mejor el significado de este partido, «Los clásicos no se juegan, se ganan» y exactamente eso hicieron los Xeneizes ayer.
Como si fuera una extensión del partido de cancha grande, donde Boca hizo los goles en los momentos justos, ayer, en el polideportivo Almirante Brown, el actual puntero del torneo (por lo menos hasta que Pinocho juegue con Ferro el domingo) se manejó de la misma manera.
Si bien es verdad que este Boca fue superior a River en la primera mitad, en el mejor momento de los «Millonarios», cuando a través de Lucas Francini (que sería expulsado a un minuto del final del partido) se ponía el encuentro 2-1, Boca de contra pudo marcar la diferencia que fue inalcanzable para los dirigidos por Ruscica.
No hubo grandes figuras, ya que los que mejores momentos fútbolísitcos pasaron durante el juego como Custodio y Reyes rotaron mucho y tuvieron pocos minutos en cancha, suficientes para marcar esta diferencia que terminó siendo de cuatro goles. Si River hubiera alcanzado la hazaña de empatar el partido, seguramente la figura hubiera sido Padula, que el segundo tiempo se hizo cargo del equipo y con sus pisadas provocó algunas jugadas de peligro, pero sin definición correcta y es por eso, que nunca pusieron en peligro el resultado del partido.
En definitiva fue un partido discreto, que tuvo también como expulsado a Lucho Gonzalez en Boca. Que seguramente por lo lejos que quedaba la cancha, no tuvo tanto público y al no estar nunca River con posibilidades serias de revertir el resultado , no tuvo el clima de clásico como se esperaba, en las tribunas.
Obviamente del lado de adentro fue distinto, cada pelota se luchó como la última, mucha pierna fuerte, y mucho fastidio en los jugadores de River que volvieron a caer contra uno de los grandes del futsal, y van quedando cada vez mas atrás en la pelea por el título.
Boca, ganó un clásico, su último partido antes de viajar a Paraguay para disputar la Libertadores, y como yapa quedó primero en la tabla, posición que no tenía desde que perdió con Caballito, y si bien falta que juegue Pinocho, los Xeneizes cerraron un viernes ideal, y ahora tendrán todas sus energías puestas en lo que será el torneo internacional.
Lucas Makarz
