Por Juani Majluf
Estuvimos en Vicente López para ver el duelo de colistas en la zona “A” de
Estar últimos en el campeonato, les agregaba una presión extra a los dos entrenadores, por eso en los primeros minutos se vio muy poco juego. El local se defendía bien pero no tenía ideas en ataque. Unión Ezpeleta, por su parte, se paraba de contra y era más prolijo con la pelota. Así fue como llegó la primera emoción de la noche, Ignacio Cozzi de Platense abusó de la individualidad en el traslado del balón, la perdió en la mitad de la cancha y Hernán Ricotta definió muy bien en el mano a mano para poner al visitante 1 a 0 arriba en el marcador.
A pesar del gol nada cambió en el primer tiempo, Unión siguió esperando y Platense nunca fue claro para generar peligro. Así se vio una primera etapa pareja y aburrida, donde lo mejor que pudo pasar fue que suene la chicharra.
En el segundo tiempo la actitud del equipo local cambió, salió a buscar el empate a como de lugar y se paró unos metros más adelante, aunque se cargó de faltas muy rápido. El visitante esperó bien de contra y a los 6 minutos casi mete el segundo, pero Emiliano Pinto en una jugada heroica salvo 2 veces en la línea.
Cuando promediaban los 10 minutos el partido hizo un click, el jugador de Unión, Mariano Demichelis, fue muy mal a disputar una pelota dividida, se tiró con los dos pies para adelante y vio la roja directa, el partido se puso picante y las protestas del banco visitante se hicieron alevosas. Platense aprovechó la ventaja numerica y tras mover el balón de lado a lado logró empatar con un fuerte remate desde afuera del área de Leandro Buchet.
Parecía que el rumbo del match iba a cambiar, el «Calamar» era una aplanadora en ataque y Unión se defendía como podía. A los 12 minutos llegó la sexta falta para la visita, Hernán Ricotta la cambió por gol y puso el encuentro 2 a 1. Tres minutos más tarde, el goleador de la noche tuvo en sus pies el tercero con otro tiro libre directo, pero Nahuel Iezzi le ahogó el grito con una gran atajada.
A falta de 4 minutos para el final y cuando el micro estadio era una caldera de gritos y protestas contra los árbitros, vino el empate final. Leandro Maruri disparó desde afuera la pelota se desvió y se coló en el primer palo. Las cosas quedaron 2 a 2 y ninguno se conformó, tuvieron una más por lado pero fallaron en la definición. Así, el resultado fue justo, nadie mereció ganarlo, tampoco perderlo. Ambos equipos deberán mejorar mucho si quieren salir del fondo y mantener la categoría.
