Kimberley le ganó 3 a 1 a San Lorenzo en los penales, destronó a las Santitas y se consagró como nuevo campeón del Futsal argentino en el Femenino. Las chicas dirigidas por Nicolás Blas cerraron la temporada con doblete obteniendo la Supercopa y el torneo local.
El Celeste no la tenía fácil ante el campeón de la Copa Argentina, había ganado 2 a 1 en la Ida y con el empate le alcanzaba para coronarse. Pero del otro lado estaba la historia de las Santitas, con 20 títulos en su haber y con mucha experiencia a la hora de tener que dar vuelta partidos claves.
La Catedral de Hurlingham fue la casa de la segunda final, se jugó ante un gran marco de público y se vivió un primer tiempo intenso que terminó 1 a 1 gracias a los goles de la implacable Natalia Gatti para Kimberley y de la histórica Debora Molina para San Lorenzo.
En el complemento las conducidas por Claudio García necesitaban convertir al menos un gol para forzar los penales. Pero se topó con una tremenda actuación de Luciana Lera en el arco rival y los minutos pasaron sin que se modifique el marcador. La alegría azulgrana llegó a falta de tres minutos cuando Mica Schneider tocó la pelota con la mano en su área y la propia Molina cambió penal por gol para decretar que el campeón se definiría desde los seis metros.
La uruguaya Federica Silvera fue la encargada de comenzar ejecutando en la tanda de penales y su remate se estrelló en el palo. Natalia Gatti sentenció a Emily Britos para poner las cosas 1 a 0. Debora Molina igualó la serie y posteriormente Sofía Florentín definió con clase para volver a adelantar a las Celestes. La responsabilidad recayó en los pies de Eli Medina, si erraba se consagraba su rival, el disparo fue direccionado arriba al medio y Luciana Lera, la figura del partido, se puso la capa de heroína, sacó un terrible manotazo y le dio el título a Kimberley.
