INTERNACIONAL

EL REY KAZU Y SU CUENTA PENDIENTE

Kazuyoshi Miura es una leyenda viva del fútbol japonés y, a sus 45 años, todavía sigue jugando profesionalmente en las filas del Yokohama FC, en la segunda división nipona (J2). Prácticamente, lo único que le falta en su impresionante currículo es acudir con su selección a una Copa Mundial de la FIFA™, pero el incombustible delantero apodado cariñosamente King Kazu (“el rey Kazu”) está acariciando ahora la consecución de un sueño que parecía haberse esfumado definitivamente.

Hace unos días, Miura fue incluido en una convocatoria provisional de la que saldrá el equipo para la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Tailandia 2012. El seleccionador de Japón, el español Miguel Rodrigo, cree que Miura posee precisamente las cualidades que podrían ayudar a los campeones continentales a presentar seriamente su candidatura al título el próximo noviembre. “La experiencia de Kazu será una baza tremenda para nuestro equipo”, declaró Rodrigo después de anunciarse la convocatoria de Miura. “Es un hecho casi inédito el que un futbolista que ha jugado en la élite pruebe suerte en el fútbol sala. Sólo una persona especial podría hacer eso”.

Miura, nacido en 1967, empezó a labrarse un nombre tras viajar solo a Brasil cuando era un adolescente, con el sueño de hacerse profesional. En la década de los 80, cuando el fútbol japonés todavía era enteramente aficionado, Miura jugó en varios clubes brasileños, incluido el potente Santos. Además, allí tuvo su primer contacto con el fútbol sala, la modalidad bajo techo con cinco jugadores por equipo y con raíces en Sudamérica. Miura cree que ese encuentro fue crucial para su evolución futbolística.

“La mayoría de los jugadores brasileños han jugado al fútbol sala. Creo que los jóvenes jugadores japoneses también descubrirían que, puliendo su técnica a través del futsal, obtendrían frutos a medio plazo”, señaló.

El delantero regresó a Japón en 1990 y fichó por el laureado Yomiuri FC, que más tarde se convirtió en el Verdy Kawasaki (ahora Tokio Verdy), y que fue una potencia dominante en la campaña inaugural de la J-League, en 1993. Miura tuvo una temporada estelar y fue elegido jugador más valioso de la liga, cuya corona se ciñó el Verdy.

En 1994, Miura se convirtió en el primer japonés en jugar en la Serie A italiana con su fichaje por el Génova, y más tarde pasó también por el Croatia de Zagreb y por el Sydney FC. Durante su etapa en el conjunto australiano, Miura se erigió en el primer japonés que participaba en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, en 2005.

Una cuenta pendiente
A pesar de sus impresionantes credenciales, Miura nunca ha jugado con Japón en una Copa Mundial de la FIFA. En la fase de clasificación para Francia 1998, contribuyó decisivamente a llevar a losSamuráis azules hasta la fase final, pero, sorprendentemente, se quedó fuera de la convocatoria para la cita francesa; una decisión que suscitó un acalorado debate en Japón. Con 31 años, y en su apogeo futbolístico, parecía que el sueño mundialista de Miura se había acabado.

Miura se alineó por última vez con su país en junio de 2000, poniendo el colofón a una carrera en la que metió 55 goles en 89 partidos. Doce años después, la perspectiva de que “el rey Kazu” se enfunde de nuevo la camiseta azul (aunque con la selección de fútbol sala) hace que muchos aficionados nipones al fútbol se relaman expectantes. El propio Miura también está muy ilusionado ante el reto que se le presenta.

“Jugar en la Copa Mundial de Futsal de la FIFA es lo máximo para un jugador de fútbol sala. Estoy orgulloso de que me hayan ofrecido esta oportunidad, y me ha dado una motivación enorme”, señaló. “Aunque es una modalidad diferente de fútbol, no es una cuestión de que una sea superior a la otra. Jugar en un Mundial es mi sueño y mi meta”.

Normalmente, el fútbol sala escapa al ojo avizor de la prensa en Japón, pero esta semana, la concentración del equipo nacional en Nagoya ha atraído a una multitud de periodistas y equipos de televisión. La entrega y la energía mostrada por Miura en los entrenamientos entraba en contradicción con sus 45 años, y su olfato de gol no disminuyó un ápice. Su aportación fue precisamente la que Rodrigo esperaba cuando convenció al delantero para incorporarse a su plantilla. “Quiero disparar a puerta siempre que pueda, y meter muchos goles”, aseveró Miura.

La temporada de la J2 ya está en marcha y, debido a los compromisos con su club, Miura tuvo que marcharse a mitad de la concentración. Antes de que el jugador regresase a Yokohama, Rodrigo le dio un DVD que contenía tácticas y otros detalles para ayudarle a mantenerse al corriente de las estrategias de equipo incluso a distancia.

Después de los amistosos de preparación contra Brasil, el 24 de octubre en Tokio, y contra Ucrania, tres días después en Hokkaido, King Kazu confía en que su sueño mundialista se haga por fin realidad cuando Japón inicie su andadura en Tailandia, el próximo 1 de noviembre.

Fuente: www.fifa.com

Click para comentar

DEJA TU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más visto

Arriba